¡Váyase, Mister Paterson, váyase!

El Gobernador de Nueva York, David Paterson, parece estar decidido a regalarles a los republicanos un asiento en el Congreso, otro en el Senado, y el cargo de gobernador que él mismo ostenta. Si no teníamos suficiente con que hubiera nombrado a una demócrata conservadora casi desconocida, Kirsten Gillibrand, ahora ha saltado a la luz pública que él mismo reveló información confidencial sobre Caroline Kennedy antes y después de la retirada de ésta de la lista de candidatos a suceder a la ex Senadora Hillary Clinton. La publicación de varias entrevistas y comentarios de al menos 12 personas del círculo personal de Paterson han demostrado que su propio Gobierno reveló datos personales sobre Kennedy en una campaña orquestada para hundir su reputación, y el Gobernador se niega a abrir una investigación aún sabiendo que la información revelada es confidencial y está protegida por la ley. Después de decir que nadie de su Gobierno tenía nada que ver con esas filtraciones, ayer admitió que sí era cierto, y que había sido alguien cercano a él. “No voy a entrar en acusaciones. Estoy diciendo que toda la responsabilidad al respecto es mía”.

Antes de la designación de la sustituta de Hillary Clinton, Paterson entregó un cuestionario a Andrew Cuomo, a Caroline Kennedy, a Kirsten Gillibrand, y al resto de personas con posibilidades de conseguir el puesto, y en él debían responder a preguntas sobre su vida privada, información financiera, y posibles problemas legales del pasado. Es la información de ese cuestionario la que la Administración Paterson reveló malintencionadamente. Parece ser que nadie sabe qué es lo que ocurrió entre David Paterson y Caroline Kennedy días antes de la designación. Lo que gente del círculo de Paterson declaró más tarde como excusa para la retirada de Kennedy era, como comenté días atrás, que tenía problemas con los impuestos, con una niñera sin papeles, y en su matrimonio. Pues bien, esas tres razones han resultado ser falsas. El problema con los impuestos lo tuvo en 1994, y con la niñera lo tuvo en los años 80, y ambos fueron resueltos sin que tuvieran más consecuencias.

David Paterson se ha negado ha hacer cualquier tipo de declaraciones al respecto, pero lo que sí ha dicho es que toda la responsabilidad en cuanto al proceso de selección para designar al nuevo senador, es suya. Y también ha dicho: “Hay otra gente que sabe mejor lo que ha ocurrido, pero no voy a tirar a nadie a las ruedas del autobús”. Según gente cercana a Paterson que trabajó en el proceso de selección, los ataques encubiertos contra Caroline Kennedy fueron orquestados por la jefa de comunicación del propio Paterson, que es nada más ni nada menos que Judith A. Smith, secretaria de prensa del primer Presidente Bush. La mañana siguiente a la retirada de Caroline, Smith fue a la oficina de Paterson. Allí, ella dijo a dos personas que se avisase a la prensa y se le informase de que David Paterson nunca quiso designar senadora a Kennedy, y de que ella misma se retiró porque tenía problemas con los impuestos y con una niñera. La confusión en torno a este caso llevó a que unos medios afirmasen que Paterson estaba a punto de designar a Kennedy, y otros dijeran que jamás hubiera decidido hacerlo.

Lo bueno de todo esto es que no se sabe cómo Judith Smith llegó a conocer esos problemas de Caroline Kennedy de hace más de 15 y 20 años atrás, ya que ella no estaba autorizada a ver esos informes confidenciales. Al parecer, Paterson filtró los datos horas antes de que Caroline anunciase su repentina retirada. Tanto el Gobernador, como Judith Smith y los portavoces de Paterson, han declinado hacer declaraciones. Eso sí, el Consejo Legal del Gobernador ha prometido a Kennedy que los datos de su cuestionario será protegido de la luz pública… veremos hasta cuando cumplen su promesa.

Ésta es, por lo visto, una campaña de descrédito sin ningún motivo aparente, ya que Caroline Kennedy contaba con el apoyo de grandes personalidades del Estado, entre ellas, del alcalde Michael Bloomberg y del Reverendo Al Sharpton. Este escándalo puede provocar que dentro de un mes, un republicano arrebate a los demócratas el escaño de la Cámara de Representantes que se somete a votación; y no le quepa duda al lector de que cada vez tengo más ganas de que lleguen las primarias de 2010, para ver cómo caen, uno detrás de otro, Kirsten Gillibrand y David Paterson. El senador Russ Feingold, según he podido leer, va a proponer una ley para que cada vez que quede vacante un escaño en el Senado, se proceda a convocar unas elecciones especiales, igual que ocurre con los puestos vacantes en la Cámara de Representantes.

Por mi parte, gracias, Paterson, por hacerles el juego a los republicanos. Gracias, Paterson, por hundir la única posibilidad que había mostrado Caroline Kennedy de entrar en la vida política de Estados Unidos. Y gracias, Paterson, por mostrarnos cuán pronto vas a perder tu puesto. ¡Caroline, no te rindas, y preséntate a las primarias de 2010! Yes, you can!

WE WANT KENNEDY!!!