Ya hay fecha para las elecciones especiales del 20º distrito del Estado de Nueva York: el 31 de Marzo. Ese día se decidirá quién es el nuevo congresista que sustituirá a Kirsten Gillibrand. Recordemos que los dos candidatos en liza son el demócrata Scott Murphy y el republicano James Tedisco.
La campaña se ha vuelto bastante negativa, con ambos contendientes lanzándose acusaciones mutuas a través de sus correspondientes portavoces. Desde el campo demócrata ha surgido la acusación de que mientras Tedisco se enfrenta al Gobernador Paterson por no recortar gastos, él se gasta miles de dólares en el automóvil que le lleva desde su casa hasta la capital del Estado. Concretamente, su tremendo gasto en gasolina, acusación basada en informes de la Asamblea del Estado según los cuales en Junio de 2001 se gastó 413 dólares, y en Diciembre del mismo año, 628 dólares, con una cuenta que suma 21.000 dólares desde ese año hasta el día de hoy. Tras estas acusaciones, el campo republicano ha atacado al candidato demócrata, Scott Murphy, sacando trapos sucios de una de sus empresas, Small World Software, en lo referente al pago de sus impuestos. Y además, han ligado estos no-pagos con los del fallido candidato a la Secretaría de Salud de Barack Obama, el también demócrata Tom Daschle. Joshua Fitzpatrick, portavoz de Tedisco, ha declarado respecto al asunto de la gasolina: “Este es un claro y desesperado intento de los demócratas de Washington de tapar los escándalos de su candidato. Si hemos aprendido algo durante esta semana, es que no son pocos los políticos que se piensan que están por encima de la ley a la hora de pagar sus impuestos”. Jennifer Crider, portavoz de Scott Murphy, ha respondido: “En estos tiempos de crisis económica, lo que necesitan las familias de clase media de Nueva York es que políticos de Albany como James Tedisco pague los 21.000 dólares que les debe. Tedisco debe frenar su hipocresía y jugar limpio”.
Las dos campañas se han centrado en la economía y en la creación de empleo. Tedisco cuenta con la ventaja de estar en la Asamblea del Estado desde 1982. Murphy nunca se ha presentado a un cargo público, pero no ha estado alejado de la política, ya que trabajó para dos gobernadores de Missouri. Esta vez hay una gran oportunidad para los republicanos tanto de arrebatar el 20º distrito a los demócratas como el escaño senatorial de Kirsten Gillibrand. En 2006, los republicanos dominaban nueve distritos; hoy sólo tres. Así que están en una feroz campaña por recuperar un distrito que les perteneció durante 14 años, atacando a los demócratas donde más les duele: las facturas impagadas. Además, Tedisco ha recibido un impulso mayúsculo tras la visita de Michael Steele y la colaboración anunciada de los ex candidatos a la nominación presidencial republicana Mitt Romney y Mike Huckabee. Un portavoz del Comité Nacional Republicano, cuyo presidente es Steele, ha afirmado: “Con un lucha demostrada por la clase media, estamos seguros de que Jim Tedisco podrá unirnos en una coalición ganadora que sobrepase las fronteras entre partidos. No puede decirse lo mismo de Scott Murphy, que se ha presentado a los votantes como un financiero de Wall Street que no ha sido honesto con sus impuestos”. Y es que dicen que Murphy tiene una factura pendiente de unos 700 dólares de la época en que vendió una de sus empresas. Su campaña se ha defendido: “Scott Murphy paga todos sus impuestos. Esa factura llegó a la empresa cuando Murphy ya no estaba a cargo de ella, y no sabe por qué la empresa no la ha pagado”.
La campaña se ha vuelto bastante negativa, con ambos contendientes lanzándose acusaciones mutuas a través de sus correspondientes portavoces. Desde el campo demócrata ha surgido la acusación de que mientras Tedisco se enfrenta al Gobernador Paterson por no recortar gastos, él se gasta miles de dólares en el automóvil que le lleva desde su casa hasta la capital del Estado. Concretamente, su tremendo gasto en gasolina, acusación basada en informes de la Asamblea del Estado según los cuales en Junio de 2001 se gastó 413 dólares, y en Diciembre del mismo año, 628 dólares, con una cuenta que suma 21.000 dólares desde ese año hasta el día de hoy. Tras estas acusaciones, el campo republicano ha atacado al candidato demócrata, Scott Murphy, sacando trapos sucios de una de sus empresas, Small World Software, en lo referente al pago de sus impuestos. Y además, han ligado estos no-pagos con los del fallido candidato a la Secretaría de Salud de Barack Obama, el también demócrata Tom Daschle. Joshua Fitzpatrick, portavoz de Tedisco, ha declarado respecto al asunto de la gasolina: “Este es un claro y desesperado intento de los demócratas de Washington de tapar los escándalos de su candidato. Si hemos aprendido algo durante esta semana, es que no son pocos los políticos que se piensan que están por encima de la ley a la hora de pagar sus impuestos”. Jennifer Crider, portavoz de Scott Murphy, ha respondido: “En estos tiempos de crisis económica, lo que necesitan las familias de clase media de Nueva York es que políticos de Albany como James Tedisco pague los 21.000 dólares que les debe. Tedisco debe frenar su hipocresía y jugar limpio”.Las dos campañas se han centrado en la economía y en la creación de empleo. Tedisco cuenta con la ventaja de estar en la Asamblea del Estado desde 1982. Murphy nunca se ha presentado a un cargo público, pero no ha estado alejado de la política, ya que trabajó para dos gobernadores de Missouri. Esta vez hay una gran oportunidad para los republicanos tanto de arrebatar el 20º distrito a los demócratas como el escaño senatorial de Kirsten Gillibrand. En 2006, los republicanos dominaban nueve distritos; hoy sólo tres. Así que están en una feroz campaña por recuperar un distrito que les perteneció durante 14 años, atacando a los demócratas donde más les duele: las facturas impagadas. Además, Tedisco ha recibido un impulso mayúsculo tras la visita de Michael Steele y la colaboración anunciada de los ex candidatos a la nominación presidencial republicana Mitt Romney y Mike Huckabee. Un portavoz del Comité Nacional Republicano, cuyo presidente es Steele, ha afirmado: “Con un lucha demostrada por la clase media, estamos seguros de que Jim Tedisco podrá unirnos en una coalición ganadora que sobrepase las fronteras entre partidos. No puede decirse lo mismo de Scott Murphy, que se ha presentado a los votantes como un financiero de Wall Street que no ha sido honesto con sus impuestos”. Y es que dicen que Murphy tiene una factura pendiente de unos 700 dólares de la época en que vendió una de sus empresas. Su campaña se ha defendido: “Scott Murphy paga todos sus impuestos. Esa factura llegó a la empresa cuando Murphy ya no estaba a cargo de ella, y no sabe por qué la empresa no la ha pagado”.
El hecho de que Tedisco sea conocido en el distrito desde 1977, y que Murphy sea totalmente desconocido, es la razón por la cual el resultado de la primera encuesta publicada ha sido apabullante. El distrito eligió en Noviembre de 2008 a Kirsten Gillibrand por un margen de 23 puntos (D.61%-R.39%); pero a día de hoy, las tornas cambian: Tedisco ganaría con un 50% de los votos, mientras que los demócratas con Murphy al frente se hundirían del 61% pasado al 29% actual (ver gráfico). Un 51% afirma tener una visión favorable de Tedisco, y un 12% por Murphy. Lo que hay de cierto en todo esto es que parece que la lucha por el 20º distrito vuelve a ser una lucha de intereses y no para solucionar los problemas de la gente. En una próxima entrada explicaré quiénes son los dos senadores que representan a Nueva York, quién es su gobernador, y cuáles son los congresistas del estado en la Cámara de Representantes.
Por otro lado, Caroline Kennedy ha demostrado que el último rumor sobre ella, que su matrimonio se tambaleaba, era falso. Estos días se la ha visto con su marido Ed Schlossberg en la isla británica de Anguila, en pleno crecimiento económico, una isla del Caribe cercana a la de Puerto Rico y Antigua y Barbuda. En lo referente al asunto de su candidatura al Senado hay quien ha alzado su voz para que se inicie una investigación contra el Gobernador David Paterson por violar la ley de Protección de Datos, según la cual Kennedy podría denunciarle, pero por el momento no parece que vaya a emprender medidas legales, fiel a su estilo de no meterse en líos.
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