LOS HERMANOS KENNEDY

LOS HERMANOS KENNEDY
De izquierda a derecha, Robert Francis Kennedy, Fiscal General entre 1961 y 1964, Senador por el Estado de Nueva York entre 1964 y 1968, y candidato a la nominación demócrata en 1968, cuando fue asesinado en Los Ángeles. Edward Moore Kennedy, Senador por el Estado de Massachusetts desde 1962, y candidato a la nominación demócrata en 1980. John Fitzgerald Kennedy, congresista y Senador por el Estado de Massachusetts entre 1953 y 1960, y Presidente de los EEUU entre 1961 y 1963, cuando fue asesinado en Dallas.

jueves, 29 de enero de 2009

Recortes de prensa, I (06-11-1960)

Con esta entrada doy inicio a una nueva idea, que consiste en recoger las noticias de prensa de la Hemeroteca digital de La Vanguardia en las cuales se mencione el nombre de Caroline Kennedy, y mejor aún, aparezca alguna fotografía suya. La primera fotografía que aparece de ella data del día 6 de Noviembre de 1960, pocas horas antes de una jornada electoral histórica que daría la victoria y la Presidencia de Estados Unidos al Senador John F. Kennedy, en la portada, bajo una gran imagen del General Franco y su mujer recibiendo a los Reyes de Tailandia en Madrid.

Bajo el título "Los dos candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos en sus respectivos hogares", se muestran dos imágenes. En la de la izquierda aparece el candidato republicano Richard Milhouse Nixon tocando el piano en compañía de su hija Tricia, de 10 años, bajo la mirada de su esposa Pat y su otra hija de 8 años, Julia. En la de la derecha, como se ve en la imagen, aparece Caroline Kennedy, de 3 años, besando a su padre John, bajo la mirada de Jacqueline Kennedy. El pie de foto dice: "El senador Kennedy, candidato del partido demócrata, y su esposa Jacqueline, aprovechan todos los momentos que les deja libre la activa campaña electoral para pasarlos al lado de su hija Caroline, de tres años".

En las páginas interiores, por otra parte, se habla de la campaña. En la primera columna, un teletipo del director de La Vanguardia bajo el título "Campaña electoral al rojo vivo". En la tercera columna: "La última añagaza electoral: Nixon reta a Kennedy... a someterse ambos a un examen médico", y "Un rumor de origen republicano: Kennedy tiene una enfermedad incurable. Ha de drogarse sistemáticamente para sobrellevarla", refiriéndose a los terribles dolores de espaldas causados en su juventud por un accidente en un partido de fútbol, que le costó varias operaciones. Y en la cuarta columna, se dice: "Las cuestiones relativas al desarme, objeto de honda preocupación. La organización sindical AFL-CIO, favorable a Kennedy, expone su criterio".

Para consultar la portada y las páginas del día completo al que me refiero, podéis entrar en este link: http://hemeroteca.lavanguardia.es/edition.html?bd=06&bm=11&by=1960&x=49&y=19

viernes, 23 de enero de 2009

¿Por qué, Caroline? Kirsten Gillibrand, nueva Senadora

Estupefacción y confusión. Esas son las dos palabras que mejor definen lo que está ocurriendo en las últimas horas en el Estado de Nueva York. Tras la renuncia de Caroline Kennedy a ser designada senadora, se ha abierto un gran debate sobre cuáles son las razones que le han llevado a tomar tal decisión. En su comunicado, afirmaba escuetamente: "He informado al Gobernador Paterson de mi decisión de retirar mi candidatura al Senado por motivos personales".

Una persona anónima que dijo ser cercana a la propia Caroline, afirmó que era la salud de Ted Kennedy la que la empujó a retirarse de la "campaña". Estas declaraciones han provocado la furia en la familia del Senador Kennedy, argumentando que se sienten mal porque su sobrina utilice la enfermedad para retirarse, y porque ello da la impresión de que Ted se encuentra al borde de la muerte. Sin embargo, esa no es la razón; al menos no la principal.

En poco tiempo se ha especulado sobre muchas cosas. Que si estaba aburrida, que si tenía problemas con hacienda o con una niñera sin papeles, que si una de sus hijas adolescentes estaba embarazada, y mejor aún, que la misma Caroline Kennedy esperaba otro hijo. Ninguna de estas razones ha resultado ser cierta, y lo que se rumorea actualmente es que su matrimonio con Ed Schlossberg se está tambaleando. Tras toda su vida alejada del público, su repentina intrusión en la vida política ha podido ser la puntilla de su relación de pareja, la cual todos daban por muy estable.

De todos modos, los comentarios que se han hecho para dar una explicación a este suceso son estos. Uno de ellos dice que se encontraba incómoda de su situación, de tantas críticas y burlas, y ha preferido retirarse, ante la amenaza que suponen los republicanos en la elección de 2010. Otros dicen que al enterarse de que no iba a ser la seleccionada por el Gobernador Paterson, ha decidido marcharse en lugar de ser apartada para así salvar su imagen. En lo que parece haber acuerdo es en que no se ha retirado por la enfermedad de su tío Edward Kennedy.


Un lector dejaba un comentario en la Web Wonkette, afirmando que era la prensa la que había destrozado a Caroline Kennedy, quizá del mismo modo en que lo habían hecho con Sarah Palin. La propia Palin negaba esas acusaciones, pidiendo que se comparasen ambos tratos. Afirma también ese lector, que "ellos" han acabado con sus posibilidades, y que "ellos" son los que están siempre detrás de los Kennedy, y esos son los motivos personales de su renuncia. Para finalmente dejar caer: "y todos nosotros sabemos quiénes son "ellos". No es difícil que cayera en picado con periodistas estúpidos que le preguntaban de este modo: "¿Alguna declaración a la prensa, Caroline? ¿Vas a contestar alguna pregunta? ¿Preguntas, Caroline? ¿Preguntas, Caroline? ¿Caroline, experiencia? ¿Experiencia?".

Independientemente de especulaciones sin fundamento, el tiempo dirá cuál ha sido la razón por la que Caroline Kennedy se ha retirado de la carrera senatorial. Lo que sí está claro es que el Gobernador Paterson no se ha fijado en las encuestas a la hora de nombrar al sucesor de Hillary Clinton, la cual ya se ha convertido en Secretaria de Estado tras la aprobación del Senado. Rechazando nombrar a un senador interino, y obviando el 31% de apoyo popular hacia el fiscal Andrew Cuomo, ha sido Kirsten Gillibrand la designada como nueva senadora, o eso afirman los rumores de una decisión que se hará pública esta tarde. ¿Pero, quién es Kirsten Gillibrand?


Política de 42 años, nacida en 1966, representa al 20º distrito de Nueva York en la Cámara de Representantes desde el año 2007. Hija de dos abogados, está casada y tiene dos hijos pequeños, el último nacido el pasado Mayo. Trabajó para Andrew Cuomo cuando éste era Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano con el Presidente Clinton. Se opone a la restricción de permisos de armas, a la privatización de la seguridad social, y se enfrentó al ex-Gobernador Eliot Spitzer en la ley que permitía otorgar el carnet de conducir a inmigrantes ilegales. Después de criticar su antecesor republicano John Sweeney por aceptar donaciones de estadounidenses residentes en París y Londres, ella hizo lo mismo. En sus primeras elecciones, en 2006, ganó a éste 53% a 47%. En Noviembre de 2008 se enfrentó en su reelección al republicano Sandy Treadwell, aplastándolo 69% a 31%. Esta es su Web de campaña de 2008 para la Cámara de Representantes: http://kirstengillibrand.com/index.asp

En 2010, sin embargo, deberá enfrentarse a unas elecciones primarias dentro de su partido, y luego el elegido deberá batirse con el candidato republicano, posiblemente Peter King, que ya atacó duramente a Caroline Kennedy semanas atrás. A la espera de esas interesantísimas próximas elecciones, aguardaremos a ver cómo defiende a Nueva York la futura Senadora Kirsten Gillibrand. Desde aquí, mis felicitaciones por su inminente designación, y mi deseo de que Kennedy se enfrente a ella en las primarias de su partido, en 2010.

jueves, 22 de enero de 2009

El destino ataca de nuevo a la familia Kennedy

"I Barack Hussein Obama do solemny swear that I will faithfully execute the office of President of the United States, and will to the best of my ability preserve, protect and defend the Constitution of the United States".

Tras estas históricas palabras del nuevo Presidente Barack Obama y la posterior fiesta de la toma de posesión, una noticia oscureció el banquete inaugural antes del desfile: mientras todos los comensales se reunían a la mesa, el senador Edward Kennedy comenzó a sufrir convulsiones y se desmayó. A su lado, el también senador por Massachusetts John Kerry le atendió y fue llevado en camilla al exterior del Capitolio, para más tarde ser trasladado en ambulancia a un hospital cercano. Barack Obama interrumpió el banquete y en la sala se hizo el silencio. Salió fuera y se despidió de Kennedy, para luego volver y decir unas palabras sobre él a los comensales. A las afueras del Capitolio, los senadores Chris Dodd y John Kerry acompañaban a Kennedy, y éste último le acompañaría al hospital. A consecuencia de todo ello, el senador de Virginia Occidental Robert Byrd, de 95 años e íntimo amigo de Teddy, se sintió indispuesto.


Todo debió suceder por la fatiga de Edward Kennedy, enfermo de cáncer cerebral, que sufre radioterapia y quimioterapia para retrasar una muerte que se anuncia inminente. Sus médicos le desaconsejaron acudir a la toma de posesión de Obama, pero él no quiso faltar a la entronización de alguien a quien su sobrina Caroline Kennedy denominó "un presidente como mi padre". Tras pasar la noche en el hospital, fue dado de alta.

La gran noticia ha saltado un día después: Caroline Kennedy se retira de la lucha por conseguir el escaño senatorial de Nueva York. Los primeros rumores saltaron en The New York Times y The New York Post, para posteriormente aparacer algún supuesto individuo cercano a Caroline que afirmaba que la noticia era falsa. Su renuncia se debe en realidad a dos causas: el impacto que sufrió al enterarse del desvanecimiento de su tío, quienes tienen una relación muy cercana al quedar huérfana de padre a los 6 años, y con quien ha trabajado en su oficina del Senado; y por otra parte, renuncia por las noticias que llegan de que el Gobernador David Paterson no va a elegirla para el puesto de senadora.

En las últimas semanas, todo ha ocurrido muy deprisa. Tras la victoria de Obama y la elección de Hillary Clinton como futura Secretaria de Estado, Caroline se lanzó a una minicampaña para conseguir el puesto de senadora, pero su inexperiencia electoral y sus decepcionantes entrevistas la pusieron contra las cuerdas. Los rumores de la posible elección de Andrew Cuomo como senador y el ataque sufrido por su tío Edward en el banquete inaugural, le llevan a retirarse para salvar su imagen y para cuidar a su tío en sus últimos días. Lo cierto es que nada de esto ha sido planificado con cautela. Caroline Kennedy ha roto 50 años de silencio para ocupar un puesto quizá demasiado alto, dejando estupefactos a los ciudadanos de Nueva York. No quería dejar que Edward Kennedy muriese sin que éste al fin cerrase sus ojos por última vez viendo a otro Kennedy retomando la antorcha del servicio público en el Senado.

Quizá no sea tan mala idea que haya renunciado, ya que así puede prepararse bien para presentarse a las elecciones especiales del año 2010. Si es nombrado un senador interino sin intención de presentarse ese año, Caroline ya contará con dos años de vida pública, la gente la habrá conocido más, y el sentimiento por el fallecimiento de Ted Kennedy podría darle el empujón final. Anteponer la familia al servicio público es algo honorable; recordemos que el ya vicepresidente Joe Biden se presentó a senador por Delaware tras la terrible muerte por accidente de tráfico de su esposa y sus dos hijos, no antes.

Dos comentarios de dos ciudadanos de Nueva York en The New York Times dicen: Caroline, no te retires! Sabemos que sufres un gran dolor por la enfermedad de tu tío. Pero Nueva York, el país y el Senado necesitan gente como tú. Olvida todas esas críticas estúpidas. Necesitamos a gente que no haya estado toda la vida metida en política. En comparación con Andrew Cuomo, Carolyn Maloney y otros, tú no has estado bajo los focos. Mientras ellos siguen alimentando sus egos, tú has trabajado en la sombra por muy buenas causas, incluyendo las ayudas a las escuelas públicas de Nueva York. Te necesitamos, Caroline, y oportunidades como ésta no aparecen prácticamente nunca. ¡Sé nuestra próxima gran senadora!". Y: "Lamentablemente, Caroline ha retirado su candidatura. Es una mujer compasiva e inteligente que hubiera sido una gran representante de Nueva York. Ojalá se presente en el futuro".

Así las cosas, retomo esas palabras: que olvide las críticas estúpidas, cuide cuanto pueda a Ted Kennedy, y que se mantenga a la luz pública mostrando sus ideas y demostrando no lo que su país puede hacer por ella, sino lo que ella puede hacer por su país. Yes, we can in 2010, too!!!

WE WANT KENNEDY!!!

miércoles, 21 de enero de 2009

Un camino que podría durar 2 años

Estas últimas semanas no han sido muy satisfactorias para las aspiraciones senatoriales de Caroline Kennedy. Su campaña por el norte del Estado no le han dado precisamente buenos réditos electorales, así como las entrevistas por ella concedidas. En los primeros momentos, se la criticaba por no querer hablar con la prensa; después, tras desafiar a sus asesores, concedió entrevistas, las cuales se saldaron con un resultado decepcionante.

En esa entrevista, al ser preguntada sobre los recortes de impuestos a los ricos por parte del Presidente George W. Bush, respondió: "Bueno, ¿sabes?, es algo, obviamente, que, ¿sabes?, en el principio de la campaña, ¿sabes?, creo que las rebajas de impuestos, ¿sabes?, iban a expirar, y deberían ser revocadas". Y: "Ya sabes, yo pienso que verdaderamente, este..., que estamos en un momento único, a la vez en nuestro... ya sabes, en la historia de nuestro país y, ya sabes, en mi propia vida porque, este... ya sabes, nos enfrentamos... ya sabes, a desafíos increíbles." Ese tic pronunciado 144 veces a lo largo de la entrevista (no es el castellano "o sea, ¿sabes?", sino el inglés "you know?") hizo que cayera varios puntos en las encuestas, situándose 31% a 24% frente a Andrew Cuomo, el otro candidato en liza, y ex marido de su prima Kerry Kennedy. En las casas de apuestas, sus opciones se derrumbaron desde el 85% al 48,6%, un síntoma nada halagüeño. De todos modos, el fracaso de sus primeras entrevistas no debería llevarnos a error, ya que en la campaña por la nominación demócrata de Edward Kennedy en 1979, también éste comenzó con un pésimo discurso, pero luego demostró ser un gran orador y un excelente senador. Por su parte, el Gobernador David Paterson afirma que la buena relación de Caroline con Barack Obama es un aliciente para su designación, pero su falta de experiencia política, una mancha. Personalmente, sigue considerando varios nombres aparte de Caroline Kennedy: Andrew Cuomo, Tom Suozzi, Carolyn Maloney, Steve Israel, Jerrold Nadler, Kirsten Gillibrand y Brian Higgins.

A sus malos resultados como entrevistada, se le suma una rebelión demócrata interna. Uno de los mayores apoyos de la candidata, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, le está causando problemas. ¿Cuáles? Bloomberg fue demócrata antes de pasarse al Partido Republicano, para más tarde convertirse en independiente. Está claro que en la campaña por la alcaldía, Caroline Kennedy dará su apoyo a Bloomberg, con lo que el candidato demócrata quedaría falto de apoyo. Así, el apoyo del alcalde la hace ser rechazada por los cuadros demócratas, quienes se preguntan a quién prometerá lealtad en el futuro: a un alcalde independiente, o al gobernador demócrata que la nombró.

Su imagen de mujer urbana desconectada con el resto del Estado también empaña su candidatura, aspecto que quiso solucionar con las visitas al norte del Estado al anunciar su intención de suceder a Hillary Clinton como senadora por Nueva York. "Vengo aquí como madre, como abogada, como escritora y defensora de la educación, representando a una familia que ha pasado muchos años en el servicio público. Me encantaría llevar toda mi experiencia y capacidades a Washington".


Otras voces se han alzado en contra de que se le designe senadora solamente por ser hija y sobrina de quien es, además cuando su tío Edward está muriendo de cáncer. Una periodista afirmó: "Para estar a la par de los tiempos, sería un interesante acto de humildad si Caroline Kennedy apuntara en su primera acción política a un blanco menor, por ejemplo a la Cámara de Representantes. Pienso que el próximo senador debe ser alguien que haya trabajado para merecer ese honor. Evidentemente, Caroline Kennedy no puede, por el bien de su viabilidad política, repentinamente convertirse en alguien que ha trabajado para ganarse la vida. Pero en este momento, con tantas personas luchando tan arduamente para salir adelante, cualquier esfuerzo sería apreciado. Una verdadera campaña probaría su entereza con bastante rapidez. Caroline no tiene que ser ya una princesa de cuentos de hadas. Puede ser su propio caballero blanco que catapulte orgullosamente a los Kennedy al siglo XXI, siempre y cuando actúe según las reglas y espere su turno."

Por ello, las voces que se oyen ultimamente afirman que el Gobernador David Paterson podría decidirse por nombrar a un senador interino, una personalidad que sepa defender a Nueva York durante dos años, que no tenga intenciones de presentarse a las elecciones, y que deje vía libre al resto de candidatos actuales para que se enfrenten en una verdadera campaña electoral en 2010. Los que suenan para ese cargo, nada más ni nada menos, son Bill Clinton o Mario Cuomo, éste padre de Andrew Cuomo y ex gobernador del Estado, lo que, personalmente, sería un guiño para el actual candidato.

Desde aquí afirmo que me encantaría ver dentro de unas semanas a Caroline Kennedy como senadora, pero en reconocimiento a esas otras voces y al sentido común de estos tiempos que corren, me sumo a ellas para que Caroline logre el cargo en las elecciones de 2010 por sus méritos, y no por designación. Cualquiera que sea la decisión final, será respetada por quien escribe estas líneas.

lunes, 5 de enero de 2009

Mi defensa personal de Caroline Kennedy

Multitud de opiniones favorables y contrarias a la candidatura de Caroline Kennedy he leído en los últimos días en mi búsqueda de nuevos datos para escribir este blog. Tengo casi 20 años, y desde que me interesa la política he tenido opinión sobre ella. Sin embargo, siempre que me posiciono sobre algún tema o alguna persona, salta alguien que me lleva la contraria. Y curiosamente, llevarme la contraria hace que me ponga a dudar. Pero he llegado a un punto en que he dicho “basta”.

Como ya he dicho en anteriores entradas, el problema de Caroline Kennedy es tener poca experiencia política y utilizar su apellido para alcanzar el poder. Ante esto, se abre el debate de si una persona poco o nada experimentada debe presentarse a un cargo público, y si se debe permitir la existencia de dinastías políticas al estilo de las familias reales. En todo el mundo vemos como cada día, personas sin experiencia llegan a ocupar un cargo público: se acusaba a Barack Obama de falta de experiencia, pese a que había sido senador durante unos 7 años, al igual que se acusaba a Sarah Palin pese a que había sido alcaldesa de Wasilla y ejercía de Gobernadora de Alaska. ¿Acaso tenían experiencia Ronald Reagan y Arnold Schwarzenegger a la hora de presentarse a Gobernadores de California? La respuesta es no, y sin embargo, ambos llevaron y llevan su gobierno y su gestión de una manera más que aceptable, independientemente de su color político, ambos republicanos. Por el contrario, ¿tenían experiencia política Lyndon B. Johnson y George W. Bush antes de ocupar la Presidencia? En este caso la respuesta es sí, y mucha, y ambas presidencias fueron desastrosas.

Sin embargo, lo que interesa en estos dos casos no es la experiencia, sino las ideas y la fuerza de voluntad de la persona que se presenta a dicho cargo público. En mi opinión, prefiero a un poco experimentado Barack Obama, que a un muy experimentado George W. Bush. Confío en Obama, igual que la mayoría habréis confiado en su día en Bill Clinton, y por lo tanto, no tengo reparos en expresarle mi apoyo. Confío plenamente en Caroline Kennedy, y aunque desconozca gran parte de sus ideas, sé que estas no son precisamente malas, sabiendo las opiniones y acciones que ha realizado, y sabiendo también de la familia de la que proviene y la educación que ha recibido. Por otra parte, nos daba miedo Sarah Palin, nos ha dado miedo George W. Bush, y a todos nos daría miedo que Jeb Bush se presentase a senador en una eventual carrera por la Casa Blanca, aunque los dos tienen una gran experiencia. Por lo tanto lo que importan son las ideas, y no la experiencia.

En cuanto a las dinastías políticas, las vemos por todas partes: los Kennedy, los Clinton, los Bush, los Bhutto, los Nehru-Ghandi, etcétera. Y, ¿qué crítica se vierte contra las familias políticas? A principios de las primarias demócratas de 2008, la propia Michelle Obama se pronunció en un mitin en contra de las familias políticas, en clara referencia a los Clinton. Si hoy fuera presidenta Hillary Clinton, dos familias habrían gobernado Estados Unidos desde 1980 hasta 2016: 36 años de presidencias y vicepresidencias de los Bush y los Clinton. Pero ahora no nos encontramos ante ese supuesto: Obama ha roto la inercia pese a que Hillary Clinton sea Secretaria de Estado.

Si nos fijamos concretamente en los Kennedy, hablar de familia política es correcto, pero incorrecto si nos referimos al poder estrictamente hablando. John F. Kennedy solamente gobernó tres años, Robert fue senador por Nueva York y no llegó a la Presidencia por culpa de otros cuantos disparos. Ted Kennedy, por su parte, ocupa el escaño de senador por Massachusetts, desde 1962, y ahora su sobrina pretende ocupar el de senadora por Nueva York ante una probable muerte del anterior en los próximos meses. Pues bien, yo no me opongo a ellos. Me opongo a otra Presidencia Clinton porque no me gustan los Clinton, aunque me caigan simpáticos. Y me opongo a muerte a que otro Bush llegue a la Casa Blanca aunque sea como ministro, porque todos detestamos a los Bush. Sin embargo, me encantan los Kennedy, me encanta su historia, y comparto la mayoría de sus ideas. JFK fue un excelente Presidente, RFK tenía muy buenas intenciones cuando se presentó y nunca sabremos cómo habría actuado, y EMK ha sido uno de los mejores senadores de la historia de Estados Unidos. Entonces, ¿por qué oponerme a que Caroline Kennedy ocupe un cargo político?

Por sus ideas y valores, muchos habríamos deseado una reelección de John Kennedy en 1964. Al terminar sus ocho años de mandato (1960-1968), nos hubiera gustado ver a Bobby en la Casa Blanca en 1968, y el destino nos hubiera mostrado si hubiera valido la pena repetir. Por otra parte, ante la desastrosa Presidencia de Jimmy Carter (1976-1980), no hubiera estado mal que Edward Kennedy le ganase en las primarias de 1976 y hubiera ocupado la Casa Blanca. Mejor Kennedy que Nixon, mejor Kennedy que Johnson, mejor Kennedy que Carter, y mejor Kennedy que Reagan; mejor hubiera sido que John John Kennedy se hubiera presentado en 1999 a las primarias, o que a Al Gore le hubieran permitido ser Presidente antes que a Bush. Y mejor será una Presidencia de Caroline Kennedy que no una de Jeb Bush o de la famosa Sarah Palin. Ante esa última espantosa hipótesis, y ante la experiencia de Sarah Palin o la experiencia de Jeb Bush, me quedo con la inexperiencia de la Princesa de Camelot.

Aluvión de críticas contra la Princesa de Camelot

Desde que Caroline Kennedy anunciase su intención de conseguir el escaño senatorial de Nueva York, la llamada “princesa de Camelot”, en referencia a la Presidencia de John F. Kennedy, ha recibido un aluvión de críticas tanto por parte de colegas demócratas como de rivales republicanos. El apellido Kennedy juega dos papeles, uno a favor y otro en contra. Como decía Stephen Collinson en un artículo en El Periódico el día de Navidad: Caroline Kennedy, que iba a cumplir los 6 años cuando su padre fue asesinado en noviembre de 1963, conmovió entonces a los estadounidenses. Pero desde que entró en la batalla política, esta abogada y escritora es el blanco de las más severas críticas”.

Ser una Kennedy puede ponerle el asiento del Senado en bandeja. Tengamos en cuenta que si fuera la escogida, Caroline será designada por el Gobernador Paterson, por lo que en 2010 habrá una lucha electoral doble: Paterson deberá ser elegido por primera vez, ya que se convirtió en Gobernador tras la sonada dimisión del anterior, Eliot Spitzer; y Kennedy deberá pasar también por las urnas para terminar los dos últimos años de la legislatura de Hillary Clinton. Tras esto, Paterson tendrá un mandato de cuatro años, mientras que Kennedy deberá volver a ser elegida en 2012 para iniciar un mandato propio de seis años. Con un agujero financiero de 15.000 millones de dólares, y con tres campañas electorales que en conjunto pueden alcanzar la friolera de 70 millones, Paterson se ve presionado para nombrar al sustituto o sustituta de Clinton. Y quién mejor que Kennedy para recaudar fondos, una filántropa que lleva años recaudando dinero para las escuelas de Nueva York siendo asesora del Departamento de Educación, y que además le puede ayudar a él a ganar las elecciones a gobernador.

Desde que anunció su candidatura, Caroline Kennedy ha recibido el apoyo de Harry Reid y del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, porque “su tío Edward ha sido uno de los mejores senadores que hemos tenido en mucho tiempo”. De ella misma poco se sabe, ya que ha protegido con riguroso celo sus ideas y su vida privada. De “princesa de Camelot” pasó a ser una niña protegida por su madre Jackie, acabó sus estudios y se casó con Ed Schlossberg, del que ha tenido dos hijos y una hija. Tras la campaña presidencial de Barack Obama, confesó a su círculo íntimo que se sentía cómoda haciendo campaña, y tras su estelar aparición en la Convención Demócrata de Denver hablando de su tío Ted Kennedy, descubrió que le gustaba dirigirse a la gente.

Sin embargo, es su apellido y esa supuesta falta de experiencia lo que la enfrenta con la realidad. “Desconozco cuáles son las cualificaciones de Caroline Kennedy, excepto que es famosa por su nombre, como Jennifer López”, afirma sarcásticamente el demócrata neoyorquino Gary Ackerman. “Aún no ha probado las agallas y el coraje que son necesarios para suceder a Hillary Clinton. Es la nueva Sarah Palin demócrata”. Hank Sheinkopf, analista de la CNN, afirma: “Su única experiencia de escribir un par o tres de libros, sonreír bien, aparecer de vez en cuando en público (aunque no demasiado), anunciando su contribución a las campañas del ayuntamiento para ayudar a las escuelas públicas, y, bueno, ser una Kennedy, no debería ser suficiente”. “Su tío Robert Kennedy probó su valía antes de presentarse al cargo. Su sobrina no ha hecho nada. Si quiere ser senadora, debería preparar el terreno y presentarse en 2010”. Peter King, posible rival republicano en las elecciones al cargo de senador, afirmó en Fox News: “Es realmente presuntuoso por su parte que, en esta etapa de su vida, decida convertirse en senadora de Estados Unidos. Nada de su propia experiencia la ha preparado para esto”.

Como gran defensor de sus cualidades surge Joel Klein, concejal de Educación de la ciudad de Nueva York desde 2002. Afirma que ella ha sido la más firme ayuda que han tenido para reformar el sistema educativo de la ciudad, y que sin su coraje no se habría podido llevar a cabo. “Básicamente, ella se ha convertido en una campeona para los niños de Nueva York”. “Antes de que yo y Bloomberg llegásemos al cargo, Nueva York no había intentado recaudar fondos para sus escuelas públicas. Caroline creó un sistema que evaluaba los resultados con trasparencia, y que nos hacía llegar fondos desde fundaciones privadas. Además, verificó su trabajo visitando las escuelas, profesores y alumnos beneficiados por las ayudas. No tiene miedo a hacer preguntas incómodas, reunir grupos de gente y buscar soluciones alternativas. Bajo su responsabilidad, la Fundación por las Escuelas Públicas ha recaudado más de 240 millones de dólares. Por mi experiencia, afirmo que el afán de servicio público de Caroline es contagioso. Si nos representase en el Senado, no tengo ninguna duda de que llevaría esa misma pasión, con su talento, para trabajar por los neoyorquinos. Ella entiende que el listón nunca había estado tan alto, y sabe que los neoyorquinos necesitan un senador que luche por ellos en Washington. Caroline está preparada para trabajar duro, aumentando el empleo, ayudándonos a recaudar fondos para infraestructuras y seguridad nacional, y ayudando en la reforma de la sanidad pública.”

Ante todas estas opiniones, lo que realmente importa es la opinión de los ciudadanos neoyorquinos. De momento, parece haber un empate al 37% entre los que la consideran cualificada para el cargo y los que no; un 26% no opinan. En cuanto a su imagen, un 67% afirma que es favorable o muy favorable. Por el contrario, un 23% afirma que es desfavorable o mucho. Un 12% se declara indeciso. Si Caroline no se apellidase Kennedy no tendría ninguna posibilidad de conseguir el cargo, o al menos eso es lo que opina el 59% de los encuestados, contra un 16% que afirma que sí que la tendría, y un 25% que está indeciso. Otro detalle es que no parece conectar con el votante joven debido a que no han vivido la etapa Kennedy. Entre los votantes mayores de 40 años su imagen es más favorable, ya que sufrieron el trauma del asesinato de John F. Kennedy, elegido en 2007 como el presidente más popular de los 11 que hubo tras la II Guerra Mundial. A poco menos de un mes para la decisión, Kennedy debe demostrar que vale para el cargo…

WE WANT KENNEDY!!!